La enfermedad periodontal es la mayor causa de pérdida dental y afecta a 3 de cada 4 personas en algún momento de su vida.
La enfermedad periodontal aparece, cuando los tejidos que dan soporte a los dientes (hueso y encia), se inflaman, debido al continuo depósito de bacterias.
Los signos mas comunes que cursan con la enfermedad periodontal son la inflamación, enrojecimiento, retracción y sangrado de las encias, así como la separación y la movilidad dental.
Dentro de la enfermedad periodontal existen dos fases:
• Gingivitis: Es la inflamación superficial de la encía. Su principal señal de alerta es el sangrado y si no se trata con una limpieza profesional y una adecuada higiene oral puede progresar hacia la periodontitis.
• Periodontitis: comúnmente a recibido el nombre de piorrea y se define como la inflamación profunda de la encía y el hueso que sujetan al diente. Puede estar focalizado en algunas zonas o afectar a toda la boca. Si no se trata puede provocar la pérdida dental.
Profilaxis dental
Raspado y alisado radicular
Cirugía periodontal
En el caso de la gingivitis, es necesario limpiar las bacterias que se hayan acumulado, mediante la eliminación de la placa dental y el cálculo dental (placa mineralizada).
Este tratamiento, denominado profilaxis dental (limpieza de boca), lo realizan los profesionales odontológicos, tanto el higienista dental, como el periodoncista.
Además, es fundamental explicar cómo se deben cepillar los dientes y encías para mantenerlos limpios, y que no vuelva a aparecer la gingivitis.
En las periodontitis, el tratamiento se organiza en dos fases.
En la primera fase, llamada fase de raspado y alisado radicular, se eliminarán las bacterias de las bolsas periodontales, que supone limpiar las bacterias, la placa y el cálculo de las raíces de los dientes.
Con esta fase de raspado y alisado radicular logramos conseguir en la mayoría de los casos una estabilización de la enfermedad periodontal. Sin embargo, en enfermedades agresivas o avanzadas, puede ser necesario la cirugía periodontal para poder acceder a las bolsas periodontales mas profundas y eliminar las bacterias mas resistentes.
Una vez que la enfermedad periodontal esta controlada y estabilizada empieza la segunda fase, o fase de mantenimiento. Esta es una etapa fundamental del tratamiento periodontal y la única manera de conseguir el control de la periodontitis a largo plazo, ya que las bacterias tienden a recolonizar la bolsa periodontal desde otros reservorios bucales y, si no se actúa de forma adecuada, la enfermedad tiende a reaparecer tras algunos meses.
En cada visita de mantenimiento, se realizarán unas actuaciones protocolizadas consistentes en los siguientes puntos: verificación de la situación clínica diente por diente; valoración de su higiene bucal y eliminación del cálculo y bacterias de forma individualizada, según la situación de las diferentes zonas de la boca.
Es importante destacar que el mantenimiento periodontal no es únicamente una profilaxis profesional, sino que se trata de una actuación médica individualizada adecuada a las necesidades de cada paciente.
La frecuencia de mantenimiento se define para cada caso particular, pero suele oscilar entre una visita cada 6 a 8 meses.
En algunas ocasiones una vez que se ha llevado acabo el tratamiento periodontal y estando la encia en una situación de salud, se pueden valorar la realización de injertos de encia.
Estos injertos tienen como objetivo aumentar el tejido gingival de una encía que se ha retraído y deja al descubierto la raíz del diente. Esto se produce como consecuencia de un cepillado agresivo y puede provocar sensibilidad dental.