Entre las intervenciones más frecuentes, se encuentran las relacionadas con las muelas del juicio (cordales). Aunque también abordamos otras cirugías recurrentes como el tratamiento de frenillos anómalos, quistes, tumores o fenestraciones para dientes incluidos.
Entre las intervenciones más frecuentes, se encuentran las relacionadas con las muelas del juicio (cordales). Aunque también abordamos otras cirugías recurrentes como el tratamiento de frenillos anómalos, quistes, tumores o fenestraciones para dientes incluidos.
Las muelas del juicio son las últimas piezas dentales en salir, y lo suelen hacer entre los 17 y los 30 años.
Pueden salir todas o ninguna dependiendo de las características individuales de cada paciente.
En algunos pacientes nunca llegaran a erupcionar y permanecerán siempre en el interior del hueso. Son los llamados cordales incluidos y aunque pueden dar problemas, estos son mas infrecuentes
Sin embargo, si el espacio es insuficiente y las muelas solo salen parcialmente, o en mala posición, es cuando nos planteamos su extracción para evitar problemas infecciosos y complicaciones mecánicas.
Además de los cordales incluidos de los que hablamos anteriormente, hay otras piezas dentales que también pueden no encontrar el camino a la cavidad bucal, y quedarse retenidas dentro del hueso.
La causa de estas retenciones es multifactorial habiendo un gran componente genético, pero también influyen factores ambientales como la falta de espacio por una estrechez de las arcadas
La inclusión de los caninos es la más frecuente después de la de los cordales, entre el 1-3% de la población general presenta este tipo de inclusión.
Cuando el diente incluido no llega a salir hay que estudiar cada caso de manera individualiza y seguir un plan de tratamiento que puede consistir en el intento de llevar el diente a la boca por medio de la ortodoncia o simplemente no actuar y vigilarlos.
Se recurre a ella para eliminar una infección que afecta a la raíz del diente y a los tejidos adyacentes. Las causas de esta infección pueden ser una caries extensa o un fuerte traumatismo.
Se utilizan durante un tratamiento de ortodoncia, y son pequeñas fijaciones que se colocan en el hueso. De esta manera, sirven de anclaje para realizar movimientos complejos en los dientes.